jueves, 8 de noviembre de 2012

La pastilla azul



 
Vivimos en un mundo de ciencia ficción rodeado por conejos blancos y Alicias cayendo por madrigueras de conejo, en busca de una manera para despertar de un sueño eterno después de tomar la pastilla azul, esperando el día que nos podamos zafar de las cadenas y mirar que hay mas allá de las sombras y de una mísera cueva, donde apenas entra el sol y donde solo podemos ver unas pocas y falsas sombras....

Actualmente, y desde un humilde punto de vista, el ser humano, vive en este mundo de sombras donde un puñado de individuos y generalmente, los que nos controlan, son aquellos que se encargan de enviar a unos pocos semejantes, para que se ensucien las manos y nos hagan unas pocas sombras que nos tengan contentos y distraídos.

En este mundo de sombras cambiante, y de evolución constante, nuestra cárcel de libertad también varia, evoluciona y crece, pues donde antes habían unas cadenas y una pared que idolatrábamos y en la que, veíamos hipnotizantes sombras carentes de sentido, hoy vemos que se han convertido en, Smartphones, televisiones, redes sociales, y/o para los mas tradicionales  prensa corriente y diaria. 

Pero, que es eso de que no funciona en el mundo, que es esa astilla que al despertar y mirarnos muchas veces al espejo, se clava en nuestra mente...que es esa sensación, que nos hace buscar la pastilla azul, con la fe y esperanza de despertar de un mundo onírico, para poder ver lo que nos interesa, la realidad, un lugar de fieles siervos y borregos, donde la rutina y el día a día nos atrapa, y nos convierte en zombis leales y obedientes, a un sistema en el que contra mas te empleas para y con el, más te atrapa, convirtiéndose así en algo necesario e imprescindible para la supervivencia del individuo. Como oxígeno para nuestros pulmones.

Entonces...¿dónde esta esa pastilla?, ¿dónde podemos encontrar la llave de nuestras esposas para salir de la cueva?, o ¿como puedo ver el final del túnel...?sencillamente ¿no se puede....? o ¿no se quiere?

Unos pocos pueden desear despertar, otros muchos preferirán dormir y seguir enganchados al sistema; vecinos, amigos, en general posibles ciegos que no se quitarán el vendaje de los ojos frente a un sistema que a conseguido que lo adoren e idolatren, un sistema que se a convertido en nosotros mismo.

Entonces ¿esto nos convierte en el sistema y nos hace nuestros enemigos?, ¿nuestra propia cárcel?, ¿nuestras propias sombras?, que con esfuerzo cada mañana cuando nos despertamos y cada noche, antes de acostarnos, nos preocupamos en que funcione y nos retroalimente, para poder esquivar la pastilla azul, que nos hará despertar de un sueño, que probablemente no nos interese despertar y de un conejo blanco, que probablemente no nos interese encontrar.

Fdo Daniel GIménez

Podeis seguirme en Twitter: @daniel09gimenez






No hay comentarios:

Publicar un comentario